Lecturas 1º ciclo
El asesinato del profesor de matemáticas. Jordi Sierra y Fabra
¿Suspendes las mates? ¿Se te atraviesan los problemas? Más aún (aunque suene fuerte), ¿ODIAS las mates?
Vale, no contestes, no es necesario. Yo, a tu edad, también lo pasaba francamente mal con eso del 2 y 2. Porque, a ver, ¿son 4 ó 22, eh?
Lo que pasa es que ahora entiendo que todo, todo, hasta las mates, puede ser un juego si te lo tomas como tal, sin el agobio de los aprobados y la necesidad de pasar curso y tener contentos a tus padres. ¡Lástima que no lo descubriera antes, a tu edad! Asesinar al profe de mates no sirve de nada. Ponen a otro en su lugar y ya está.
Pero este libro es un juego, un divertimento, está hecho para que te rías (y sufras un poquito con el misterio) y de paso puede que te haga mirar con mejores ojos las mates. Si aceptas un consejo, trata de resolver los problemas a medida que los vayas leyendo, no pases las páginas sin más
Puedes leer el libro AQUÍ porque Jordi Sierra es así de generoso
La fórmula preferida del profesor. YoKo Ogawa
Auténtico fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares vendidos en dos meses, y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que ha desatado un inusitado interés por las matemáticas, esta novela de Yoko Ogawa la catapultó definitivamente a la fama internacional en 2004. En ella se nos cuenta delicadamente la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente de coche la memoria (mejor dicho, la autonomía de su memoria, que sólo le dura 80 minutos). Apasionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, al que bautiza «Root» («Raíz cuadrada» en inglés) y con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre ellos una verdadera historia de amor, amistad y transmisión del saber, no sólo matemático...
Una novela optimista que genera fe en el alma humana, contada con la belleza sencilla y verdadera de un «larguísimo» haiku.
Puedes leerlo AQUÍ por generosidad de la autora
Malditas matemáticas. Carlo Frabetti
"Alicia estaba sentada en un banco del parque que había al lado de su casa, con un libro y un cuaderno en el regazo y un bolígrafo en la mano. Lucía un sol espléndido y los pájaros alegraban la mañana con sus trinos, pero la niña estaba de mal humor. Tenía que hacer los deberes.
— ¡Malditas matemáticas! ¿Por qué tengo que perder el tiempo con estas ridículas cuentas en vez de jugar o leer un buen libro de aventuras? — se quejó en voz alta—. ¡Las matemáticas no sirven para nada!
Como si su exclamación hubiera sido un conjuro mágico, de detrás de unos matorrales que había junto al banco en el que estaba sentada salió un curioso personaje: era un individuo larguirucho, de rostro melancólico y vestido a la antigua; parecía recién salido de una ilustración de un viejo libro de Dickens que había en casa de la abuela, pensó Alicia. "
Puedes leer AQUÍ parte del libro por gentileza del autor
El curioso incidente del perro a medianoche.Mark Haddon
Mister cuadrado.
¿Odias las matemáticas? Aljandra Vallejo Nájera
¡Ojalá no hubiera números! Esteban Serrano Marugán
La biblioteca mágica de Bibbi Bokken.Jostein Gaarder
El señor del cero.Mª Isabel Molina
Lecturas 2º ciclo
El teorema del loro.Dennis Guedj
El contador de arena.Gillian Bradshaw
Adelantado a su tiempo y conocido universalmente por el célebre principio que lleva su nombre, el griego Arquímedes fue un pionero del actual método científico, además de notable matemático y pensador. Discípulo de Euclides e hijo del astrónomo Fidias, su azarosa vida resulta tan apasionante como formidable el poder de su intelecto. En esta rigurosa novela histórica, Gillian Bradshaw —autora de grandes éxitos como El faro de Alejandría, Púrpura imperial, Teodora, emperatriz de Bizancio y El heredero de Cleopatra— presenta al lector un Arquímedes de carne y hueso, un ser humano excepcional que, inmerso en la convulsa época que le tocó vivir, tuvo que enfrentarse a múltiples dilemas Deslumbrado por las maravillas de Alejandría tras una estancia de tres años y decidido a radicarse allí para siempre, el joven Arquímedes se ve obligado a volver a Siracusa, su ciudad natal, para ocuparse de su padre enfermo
el Tío Petros y la conjetura de Golbach.Apóstolos Doxiades
Tío Petros no es ahora más que un anciano que vive recluido en una casa de campo, rodeado de libros de matemática que ya no lee, y enfrascado en los problemas del ajedrez. Un poco de rebeldía juvenil se combina en el sobrino con la fascinación por el hombre hasta hacerle desear convertirse también en matemático. Pero su tío le ofrece una prueba, demostrar una simple proposición matemática. Si lo consigue, habrá probado tener talento para esa disciplina. Pero un verano de trabajo no sirve de nada, y el joven se ve obligado a firmar un documento en el que asegura que jamás estudiará matemática y parte a América para realizar sus estudios universitarios.
El diablo de los números.Magnus Enzensberger
¡Pero no creáis que todo el mundo entiende las palabras que ambos utilizan! Vuestro profesor de Matemáticas, por ejemplo, o vuestros padres
Los crímenes de Oxford Guillermo Martínez
Ahora que pasaron los años y todo fue olvidado, ahora que me llegó desde Escocia, en un lacónico mail , la triste noticia de la muerte de Seldom, creo que puedo quebrar la promesa que en todo caso él nunca me pidió y contar la verdad sobre los sucesos que en el verano del 93 llegaron a los diarios ingleses con títulos que oscilaban de lo macabro a lo sensacionalista, pero a los que Seldom y yo siempre nos referimos, quizá por la connotación matemática, simplemente como la serie, o la serie de Oxford. Las muertes ocurrieron todas, en efecto, dentro de los límites de Oxfordshire, durante el comienzo de mi residencia en Inglaterra, y me tocó el privilegio dudoso de ver realmente de cerca la primera.
Sé lo que estás pensando.John Verdon
El cuadrado mágico.Silvia Brena
Mª y yo.
El gran juego. Carlo Frabetti
Contar bien para vivir mejor. Claudí Alsina
Ernesto el aprendiz de matemago. José Muñoz Santonja
De pronto se apagaron las luces, un potente foco de luz iluminó la entrada de artistas y una silueta hizo su aparición entre la niebla.
Se cubría con una larga capa azul y un sombrero puntiagudo con lunares plateados que simulaban estrellas en el cielo nocturno. Delgado y alto, parecía el más viejo de todos los artistas, pues tenía una barba blanca muy larga.
El Gran Mago Minler brillaba en la oscuridad gracias a su traje. Lentamente, elevó los brazos y, de repente, justo cuando la música cesó, una gran explosión de luz surgió de sus manos...
El asesinato del profesor de matemáticas. Jordi Sierra y Fabra
¿Suspendes las mates? ¿Se te atraviesan los problemas? Más aún (aunque suene fuerte), ¿ODIAS las mates?
Vale, no contestes, no es necesario. Yo, a tu edad, también lo pasaba francamente mal con eso del 2 y 2. Porque, a ver, ¿son 4 ó 22, eh?
Lo que pasa es que ahora entiendo que todo, todo, hasta las mates, puede ser un juego si te lo tomas como tal, sin el agobio de los aprobados y la necesidad de pasar curso y tener contentos a tus padres. ¡Lástima que no lo descubriera antes, a tu edad! Asesinar al profe de mates no sirve de nada. Ponen a otro en su lugar y ya está.
Pero este libro es un juego, un divertimento, está hecho para que te rías (y sufras un poquito con el misterio) y de paso puede que te haga mirar con mejores ojos las mates. Si aceptas un consejo, trata de resolver los problemas a medida que los vayas leyendo, no pases las páginas sin más
Puedes leer el libro AQUÍ porque Jordi Sierra es así de generoso
La fórmula preferida del profesor. YoKo Ogawa
Auténtico fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares vendidos en dos meses, y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que ha desatado un inusitado interés por las matemáticas, esta novela de Yoko Ogawa la catapultó definitivamente a la fama internacional en 2004. En ella se nos cuenta delicadamente la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente de coche la memoria (mejor dicho, la autonomía de su memoria, que sólo le dura 80 minutos). Apasionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, al que bautiza «Root» («Raíz cuadrada» en inglés) y con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre ellos una verdadera historia de amor, amistad y transmisión del saber, no sólo matemático...
Una novela optimista que genera fe en el alma humana, contada con la belleza sencilla y verdadera de un «larguísimo» haiku.
Puedes leerlo AQUÍ por generosidad de la autora
Malditas matemáticas. Carlo Frabetti
"Alicia estaba sentada en un banco del parque que había al lado de su casa, con un libro y un cuaderno en el regazo y un bolígrafo en la mano. Lucía un sol espléndido y los pájaros alegraban la mañana con sus trinos, pero la niña estaba de mal humor. Tenía que hacer los deberes.
— ¡Malditas matemáticas! ¿Por qué tengo que perder el tiempo con estas ridículas cuentas en vez de jugar o leer un buen libro de aventuras? — se quejó en voz alta—. ¡Las matemáticas no sirven para nada!
Como si su exclamación hubiera sido un conjuro mágico, de detrás de unos matorrales que había junto al banco en el que estaba sentada salió un curioso personaje: era un individuo larguirucho, de rostro melancólico y vestido a la antigua; parecía recién salido de una ilustración de un viejo libro de Dickens que había en casa de la abuela, pensó Alicia. "
Puedes leer AQUÍ parte del libro por gentileza del autor
El curioso incidente del perro a medianoche.Mark Haddon
Mister cuadrado.
¿Odias las matemáticas? Aljandra Vallejo Nájera
¡Ojalá no hubiera números! Esteban Serrano Marugán
La biblioteca mágica de Bibbi Bokken.Jostein Gaarder
El señor del cero.Mª Isabel Molina
Lecturas 2º ciclo
El teorema del loro.Dennis Guedj
El contador de arena.Gillian Bradshaw
Adelantado a su tiempo y conocido universalmente por el célebre principio que lleva su nombre, el griego Arquímedes fue un pionero del actual método científico, además de notable matemático y pensador. Discípulo de Euclides e hijo del astrónomo Fidias, su azarosa vida resulta tan apasionante como formidable el poder de su intelecto. En esta rigurosa novela histórica, Gillian Bradshaw —autora de grandes éxitos como El faro de Alejandría, Púrpura imperial, Teodora, emperatriz de Bizancio y El heredero de Cleopatra— presenta al lector un Arquímedes de carne y hueso, un ser humano excepcional que, inmerso en la convulsa época que le tocó vivir, tuvo que enfrentarse a múltiples dilemas Deslumbrado por las maravillas de Alejandría tras una estancia de tres años y decidido a radicarse allí para siempre, el joven Arquímedes se ve obligado a volver a Siracusa, su ciudad natal, para ocuparse de su padre enfermo
el Tío Petros y la conjetura de Golbach.Apóstolos Doxiades
Tío Petros no es ahora más que un anciano que vive recluido en una casa de campo, rodeado de libros de matemática que ya no lee, y enfrascado en los problemas del ajedrez. Un poco de rebeldía juvenil se combina en el sobrino con la fascinación por el hombre hasta hacerle desear convertirse también en matemático. Pero su tío le ofrece una prueba, demostrar una simple proposición matemática. Si lo consigue, habrá probado tener talento para esa disciplina. Pero un verano de trabajo no sirve de nada, y el joven se ve obligado a firmar un documento en el que asegura que jamás estudiará matemática y parte a América para realizar sus estudios universitarios.
El diablo de los números.Magnus Enzensberger
¡Aviso!
En los sueños, todo es diferente al colegio o a la ciencia. Cuando Robert y el diablo de los números hablan, se expresan a veces de forma bastante extraña. Tampoco esto es sorprendente, pues El diablo de los números es precisamente una extraña historia.¡Pero no creáis que todo el mundo entiende las palabras que ambos utilizan! Vuestro profesor de Matemáticas, por ejemplo, o vuestros padres
Los crímenes de Oxford Guillermo Martínez
Ahora que pasaron los años y todo fue olvidado, ahora que me llegó desde Escocia, en un lacónico mail , la triste noticia de la muerte de Seldom, creo que puedo quebrar la promesa que en todo caso él nunca me pidió y contar la verdad sobre los sucesos que en el verano del 93 llegaron a los diarios ingleses con títulos que oscilaban de lo macabro a lo sensacionalista, pero a los que Seldom y yo siempre nos referimos, quizá por la connotación matemática, simplemente como la serie, o la serie de Oxford. Las muertes ocurrieron todas, en efecto, dentro de los límites de Oxfordshire, durante el comienzo de mi residencia en Inglaterra, y me tocó el privilegio dudoso de ver realmente de cerca la primera.
Sé lo que estás pensando.John Verdon
El cuadrado mágico.Silvia Brena
Mª y yo.
El gran juego. Carlo Frabetti
Contar bien para vivir mejor. Claudí Alsina
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